Los medios de comunicación y los monopolios
Los monopolios en el sistema capitalista surgen a través de la burguesía en el siglo XVI. Desde entonces, la nueva clase social fue libre de invertir y poder emplear su riqueza en diferentes negocios para ampliar su poderío, esto, gracias al trabajo de los subordinados.
En la actualidad, los monopolios existentes han crecido de manera desmedida en relación con la media social: hay un acelerado capitalismo; la aparición de nuevas tecnologías y aún peor, existe un conflicto de intereses entre estos macro empresarios y los gobiernos alrededor del mundo.
La aparición de estos magnates en los medios masivos de comunicación es simplemente una consecuencia de los malos manejos políticos que ocurren a escondidas del ciudadano. Pues a los empresarios les permiten la adquisición desproporcionada de empresas, hasta que terminan quedándose con el negocio completo y sin competencia.
Hoy, Los medios de comunicación masivos alrededor del mundo están secuestrados por empresarios. Personas de un nivel adquisitivo desproporcionado, que han sido educados para invertir y generar cada vez más riqueza, llegando (gracias a los gobiernos alcahuetes) a establecer monopolios en las industrias donde se manejan.
La principal consecuencia que se genera de estos actos, se establece en la economía, pues al no generarse una distribución adecuada de recursos para satisfacer las necesidades, el permitir la multipropiedad, el empoderamiento absoluto y la nula competitividad, el más afectado es el consumidor del producto o servicio, pues adquiere al precio que le parece justo el vendedor, no importa que pueda ser más barato, no lo hay en otro lado.
Esta problemática es consentida por los gobiernos alrededor del mundo; hay conflicto de intereses alrededor de las concesiones; acuerdos hechos a escondidas del pueblo; incluso, se protegen unos a otros con la finalidad de obtener beneficios mutuos.
Al empresario capitalista dueño de los medios masivos de comunicación, no le importa en lo más mínimo la calidad del producto, le importa que se venda y que sea consumible, visto desde el ámbito periodístico, la teoría organizacional donde el empresario antepone las finanzas de la compañía al contenido, explicaría el modo en que se desenvuelven estos inversionistas.
En México, por ejemplo está Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, que ha acumulado su riqueza gracias al monopolio generado a través de Telmex, principal medio de comunicación telefónica en el país.
También están Emilio Azcárraga o Salinas Pliego, empresarios que no solamente poseen las únicas dos televisoras con señal abierta en el país, Televisa y TV Azteca, respectivamente, además, son empresarios que han ampliado sus horizontes financieros a otros ámbitos empresariales sobajado por las leyes y los políticos que permiten el monopolio en el país.
Los medios de comunicación, además de ser un excelente negocio, a los empresarios multimillonarios les permite establecer vínculos con el gobierno para llegar a la sociedad.
Esta clase de empresarios están fuertemente conectados a las cúpulas del poder en turno, o a las que desean ascender. El uso de los medios de comunicación les permite tener una fuerte herramienta de influencia sobre los actos que pueda tomar la población, y un medio por el que los políticos están dispuestos a compartir, dividir o intercambiar ganancias con tal de conseguir sus objetivos.
En la actualidad, hay muy pocos medios de comunicación confiables, incluso, de esas mismas fuentes, el ciudadano debe analizar de manera crítica el contenido del mensaje que recibe, pues se puede entender a quien desfavorece, pero puede ocultar a quien pretende beneficiar.
Ante todo, el ciudadano que recibe la información es el principal afectado. Los productos o servicios que consumen pueden pasar por muchos filtros que al final lo único que adquiere es un mensaje mal intencionado y manipulador.
Los monopolios son la cúspide de la burguesía. Los medios de comunicación son el principal medio de control social.