La recepción ya no alcanza nos muestra un nuevo camino multifuncional que se presenta en las nuevas sociedades.
Podemos darnos cuenta que el hombre a través de los años, ha intentado edificar un conocimiento absoluto, funcional y resistente al paso del tiempo, es decir científico; para esto se establecieron de forma adecuada las diferentes ciencias y lograr atender de manera más efectiva las diversas interrogantes que se ha planteado el hombre generación tras generación.
Al día de hoy, la investigación que ha realizado el ser humano lo ha llevado a conocer cosas que, hace cien años ni siquiera se hubiera podido imaginar, sin embargo, en lugar de simplificar la vida, como se creía lo haría, la vida y la ciencia se han vuelto cada vez más complejas. Aquí es donde surge la problemática.
Las ciencias con todo su conocimiento glorioso que las edifica y sostiene como pilares del progreso de la humanidad, se están transformando, o mostrando su verdadera forma ante el avance del conocimiento. Es decir, ciencias como la física y la química que son rígidas, fuertes, y de una estructura aparentemente diferente, se pierde la línea que las divide al hablarse de energía, se mezclan.
El ser humano se replantea una nueva forma de ver las cosas (recepción) y ese punto de encuentro es la comunicación. Punto de convergencia donde las diferentes ramas del conocimiento se unen para llegar a nuevos saberes que cambien las fórmulas tradiciones que ya se han probado a través de los años.
En la actualidad, los problemas de la comunicación son los más importantes, pues si la tomamos como una ciencia, las mixturas que existen entre las diferentes ciencias y su aporte a cada tema, la riqueza que se obtiene es de proporciones monumentales, un conocimiento totalmente nuevo y que llevará al ser humano un paso más arriba en el conocimiento.
Las juventudes partícipes de ésta época ya no cargan con el peso de una ciencia, sino con un árbol de conocimientos que se ha erigido por mucha gente intelectual, y del cual podrán tomar diferentes frutos convertidos en saberes para nutrirse y aportar nuevos lazos que brinden una nueva perspectiva al conocimiento.
Es cierto que el carácter de “ciencia”, universal, abstracto y unificado se ha tirado un poco por la borda, pero no importa, el conocimiento que se ha recopilado con tanto esfuerzo y dedicación sigue ahí, y no pierde un ápice de importancia aunque aparentemente no sea tan indestructible como se pensaba, simplemente que el saber hoy nos dice que las ciencias no son duras o rígidas, sino maleables y flexibles.
En la vida social a pequeña y grande escala, se desprenden los mismos problemas. Por ejemplo, la inseguridad. Últimamente los problemas en México se han vuelto macros gracias al uso de la tecnología.
Los sistemas políticos se han visto exhibidos de manera alarmante que es lógico pensar que el sistema social-económico en que vivimos es prácticamente un fracaso.
Especialmente en América Latina, como refiere el texto de manera tibia, la subjetividad y la producción de la realidad social, las políticas quedan limitadas a ciertos aspectos y no es posible que un aparato burocrático, por ejemplo, resuelva los problemas de todos los ciudadanos.
Sin lugar a dudas, el ser humano tiene que echar mano de los conocimientos que se han elaborado a través de los tiempos, y utilizarlos para replantear nuevas soluciones a las interrogantes que cada vez son más complicadas y difíciles de resolver, habrá que buscar nuevas formas se atender los problemas y aceptar o replantear de manera profunda los sistemas que ya no son funcionales para la sociedad en que vivimos.
Ahora, la comunicación es clave para descubrir qué pasa al confrontar diversos saberes con puntos de vista científicos diferentes, ahora asume una posición preponderante que antes nunca se le concedió por no ser considerada una ciencia. La comunicación representa un punto de partida importante para vislumbrar un nuevo horizonte al que aspirar.